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lunes, 26 de marzo de 2018

DIECIOCHO MESES Y UN DÍA - PAZ CASTELLÓ


DE ENTRE LAS SOMBRAS

Paz Castelló ha construido una novela tan intensa que el lector vivirá todas las experiencias de su protagonista

     Llega a nuestras manos la tercera novela de Paz Castelló, y viene a confirmar lo que ya se anticipaba en la anterior, el crecimiento de una autora que va ganando solidez en cada paso editorial que da. Una autora que, además, no rehúye tema alguno y que es capaz de desplegar técnicas narrativas de las que exigen tener una firme mano literaria, lejos de modelos establecidos o corrientes de fácil afición dictadas por el mercado y las tendencias de escaparate.


   En este caso nos habla de una mujer encerrada en su domicilio durante ese tiempo da título a la novela, una mujer enclaustrada a causa del estrés que le produjo contemplar el asesinato de su mejor amiga a manos de su pareja. La agorafobia que sufre la pintora Sabina Lamer es la consecuencia de ser una de esas víctimas silenciosas que provoca la violencia de género, y que no suelen estar reconocidas ni por la justicia de los tribunales ni tampoco por la justicia social. Ése era uno de los objetivos de Paz Castelló con esta novela, darles visibilidad a quienes sufren esa violencia en un segundo escalón, pero la crítica social está mostrada con una impresionante calidad literaria, no sólo porque ha logrado que sea la propia Sabina quien narre su historia con una primera persona demoledora, sino porque ha logrado entrar en la mente de una persona enferma con una pasmosa habilidad.

   La tensión narrativa está dosificada de manera que el lector comparta las sensaciones de Sabina, y la guinda literaria de la novela, si exceptuamos su final, viene determinada también por el espacio. Un agorafóbico apenas sale de casa, y el piso de Sabina es el escenario del que entran y salen su marchante Lucas (una delicia de personaje), el joven Dimitri, que pasea a su perro y atiende otras necesidades, o la antigua pareja de la pintora, Roberto, que ahora es un niño encerrado en el cuerpo de un hombre y atendido por una entrañable y peculiar sudamericana.


     Sabina cree que cuando el culpable de la muerte de su amiga esté encerrado ella mejorará, y a medida que se plantea el dilema entre la justicia y la venganza, el lector pasa por las mismas vicisitudes que el personaje, es decir, la empatía con la pintora es total, con ella sufrimos, reímos alguna vez, padecemos de inseguridades, nos rebelamos ante las incomprensiones familiares, ideamos ciertos planes, vadeamos conciencias, padecemos ataques de pánico, volvemos a pintar… Todo hasta llegar a una resolución que nos llevará hasta el límite de lo imaginable.



DIECIOCHO MESES Y UN DÍA. Paz Castelló.
Umbriel. Madrid 2018. 285 págs. 16 euros.


(LA VERDAD, "ABABOL", 24/3/2018)




CON TODO ESTE RUIDO DE FONDO - VICENTE VELASCO


(LA VERDAD, "ABABOL", 24/3/2018)

sábado, 24 de marzo de 2018

ENTREVISTA EN EL QUINTO LIBRO

Es muy gratificante que un puñado de amigos decida crear un blog literario, que quieran entrevistarme raya un poco la locura, pero ellos son así: Víctor Mirete, Cristóbal Terrer, Jesús Boluda y Alfonso Gutiérrez Caro tienen la culpa de este magnífico proyecto que es EL QUINTO LIBRO.


Entrevista al escritor Antonio Parra Sanz

“Carvalho me arrastró al lado negro de la literatura”

En esta casa tenemos especial predilección por Antonio Parra Sanz (Madrid, 1965). No sólo porque sea un maestro en el noble arte de juntar letras -que lo es- sino por su generosa naturaleza y su notable inquietud a la hora de difundir la cultura en general, la literatura en particular. El autor madrileño, cartagenero de adopción, ha publicado numerosos libros en los que ha dejado patente tanto su calidad literaria como su versatilidad como autor. De esta manera encontramos en su obra novela negra pura –Ojos de fuego y La mano de Midas, ambas protagonizadas por su detective privado Sergio Gomes-, un thriller psicológico con asesino en serie incluido –Dos cuarenta y nueve-, el libro de relatos cortos Cuentos suspensivos y un volumen de artículos periodísticos titulado Butaca de patio, entre otras obras. Además de escritor, Antonio Parra es profesor de secundaria de Lengua y literatura, colabora en el suplemento cultural Ababol del diario La Verdad y en la revista Solo Novela Negra y, además, co-organiza el Encuentro Literario de de Autores en Cartagena (ELACT) y el festival literario Cartagena Negra.
1-Primera cuestión que nos asalta, ¿cuál es tu secreto para llevar en danza tantas cosas al mismo tiempo?
Encontrarle una pizca de ilusión a cada una de ellas, aunque sea algo pequeño, pero que ilusione, qué sé yo, conocer a un nuevo autor personalmente, encontrarme con un buen libro, transmitir la magia de lo literario, compartir esa sensación de plenitud que me deja la literatura y compartirla con los demás tantas veces como sea posible. Puede que ahí esté el secreto y que de ahí salgan las fuerzas para seguir organizando actividades.
2-En tu día a día en las aulas estás en contacto con nuevas generaciones de lectores, ¿cómo se toman los adolescentes la literatura en estos tiempos? A pesar de estar en un país poco lector, ¿hay lugar para la esperanza?
Deberíamos reventar de una vez ese tópico negativo de que los jóvenes no leen, porque es probable que lo hagan más que muchos adultos que “oficialmente” compran sus libros y luego no los llegan a abrir. El adolescente es alguien por formarse, y es receptivo por naturaleza, tan receptivo como rebelde, así que lo que hay que hacer es saber atraerle hacia la literatura, y eso no se hace con imposiciones, sino con estímulos, la imposición provoca rechazo, el estímulo en cambio genera atracción. En el aula procuro azuzar su curiosidad invitándoles a entrar en buenas historias literarias, simplemente contándoles lo que pueden disfrutar con ellas, y suele funcionar. No es una fórmula mágica, por supuesto, pero suele funcionar.
3-Tu larga trayectoria literaria se remonta a finales de los noventa, ¿Cuándo supiste que querías escribir, que tenías esa necesidad de contar historias?
En el momento en el que, al cerrar un libro, me asaltaba el deseo envidioso de escribir alguna historia que me gustara tanto como la que acababa de leer. Escribir, como bien dices, es una necesidad, pero ha de venir alimentada siempre por la lectura, y yo llevo toda mi vida leyendo, así que imagino que en algún momento tendría que surgir ese deseo de escribir. Luego, poco a poco uno se da cuenta de que llevaba escribiendo muchos años, escribiendo aun sin redactar, porque un escritor está siempre escribiendo en su cabeza, y es una sensación extraordinaria, tan adictiva que resulta muy difícil dejarla, aunque mi verdadera adicción es y será siempre la lectura.
4-Ya que estamos remontándonos en el tiempo, ¿recuerdas cuándo y por qué comenzó tu affaire con la novela negra?
Creo que no soy capaz de señalar cronológicamente el momento exacto, -¿para qué vamos a reconocer que tenemos ya una edad?-, pero sí cómo se produjo, la culpa la tuvo un señor barcelonés llamado Manuel Vázquez Montalbán, que con sus novelas de Carvalho me arrastró al lado negro de la literatura. Leyendo la serie completa del detective sucumbí al género y de ahí me fui poco a poco a los clásicos norteamericanos, reactivé mi afición por el cine negro, fui picoteando en las novedades españolas hasta que me arranqué a escribir mi propia novela negra. En ese momento no sabía la cantidad de satisfacciones que el género me iba a regalar, en forma de publicaciones, lecturas y amigos a los que he ido conociendo en todos estos años.
5-Eres el creador del detective privado Sergio Gomes, un tipo de lo más peculiar que ya ha aparecido en dos de tus novelas (y algún relato), ¿qué dirías que le emparenta y qué le diferencia con los clásicos detectives del género?
Siempre que me hacen esta pregunta creo que responderla es un signo de presunción, pero como ya voy teniendo una edad, como decía antes, empiezo a perder el pudor. Gomes, para mí, por las razones que he mencionado más arriba, es una mezcla entre Pepe Carvalho y Philip Marlowe, eso no significa que tenga lo mejor de cada uno, probablemente lo que tiene sea lo peor de cada uno… El caso es que me salió un tipo solitario, inseguro, infeliz, flacucho, bebedor, cínico y muy sarcástico, al que hay ciertas cuestiones sociales que le ponen de muy mala leche, en el fondo creo que es un hombre que se anda buscando a sí mismo, acaso como hacemos todos, lo que pasa es que él lo hace en un mundo complejo como es el de los detectives privados.
6-Por cierto, aprovechamos el tirón, ¿habrá tercera novela de Sergio Gomes? Si es así, ¿podrías adelantarnos algo del nuevo caso al que se enfrentaría?
La habrá, la habrá, lo que no puedo asegurar es cuándo. Con el tiempo me estoy volviendo un escritor un poco lento, y para embarcarme en el nuevo proyecto de Gomes antes necesito finalizar el que tengo entre manos, pero para tu tranquilidad diré que la trama está perfilada, la documentación hecha, los pasos marcados…, vamos, que ya sólo queda sentarse y empezar a redactar. ¿Adelantar algo?, bueno, que transcurre en Cartagena y que, si todo va bien, tendrá un ritmo febril, cronológico al menos, y espero que narrativo también.
7-Con Cuentos suspensivos te ha quedado una estupenda recopilación de historias cortas que van del relato al microrrelato, pasando por diversos géneros que incluyen el terror psicológico no exento de sorna de Inevitables golosas. Como autor, ¿dónde te sientes más cómodo, escribiendo novela o relato corto? ¿Qué pros y contras dirías que tiene cada tipo de narración?
El verbo narrar es lo suficientemente amplio y generoso como para permitirnos practicar ambos géneros, que en el fondo se reducen a la necesidad y la intención de contar una buena historia con la que atrapar al lector. Porque la esencia es ésa: encontrar un buen argumento y mantener el interés del mismo hasta el último momento, respetando a quien está al otro lado, sin engañarle con cortinas de humo, porque el lector se merece toda nuestra consideración. En cuanto a la comodidad, son sensaciones diferentes, el cuento proporciona un placer más inmediato, por su génesis, por su redacción y extensión, y la novela es una apuesta a largo plazo, con lo que el placer que proporciona, pero también los sinsabores, son más duraderos. A mí me gustan ambos, empecé escribiendo relatos, por lo que les guardo un cariño muy especial, y sigo practicando el género, pero tampoco puedo abstraerme del proceso de armar una buena novela. No hay por qué elegir, si uno es narrador, debe cultivar ambos en algún momento.
8-Sorprendes en Butaca de patio con una compilación de artículos de actualidad en la que prácticamente tocas todo tipo de temas, aunque mayormente el político, haciendo gala de una fina ironía. Dichos artículos fueron escritos entre los años 2008 y 2012, viendo como está el patio (nunca mejor dicho) ahora mismo, ¿te plantearías volver a escribir sobre la intensa actualidad político-social?
Buena pregunta. Tuve mi época de articulista, primero en prensa escrita y luego en el ámbito digital, hasta que me refugié en mi blog, y digo refugié porque en él tengo toda la libertad que necesito para escribir esos artículos. En cuanto a la posibilidad de volver a escribir sobre actualidad, siempre la tengo presente, lo que ocurre es que en los últimos tiempos hay tal avalancha de artículos y voces exaltadas que se me hace difícil pensar que un pequeño texto mío, con su ironía y su sarcasmo, pueda abrirse un hueco en semejante jungla. Creo que en los últimos tiempos se ha perdido un poco el norte periodístico, dando pábulo a cualquier bulo y manipulación que aparezca en la red, y todavía no nos hemos dado cuenta del daño que eso nos va haciendo, puede que dentro de unos años lo sepamos y veremos entonces si las heridas periodísticas tienen cura o no. Esa tensión periodística me ha saturado mucho, y ahora prefiero embarcarme en una buena lectura antes que avanzar un nuevo artículo, pero bueno, no renuncio a volverlo a hacer.
9-Hace apenas unos meses vio la luz tu última creación literaria: Dos cuarenta y nueve, una novela negra, negrísima si se nos permite, en la que juega un especial papel el perfil psicológico de los personajes, sin duda de los más redondos de tu carrera. ¿Cómo preparaste esos personajes? ¿Les creaste una vida más allá de lo recogido en la novela?
Sin lugar a dudas ha sido mi obra más visceral, no tanto por lo que haya puesto en su realización, sino precisamente por todo lo que he tenido que bucear en las almas de los tres protagonistas. Construir sus vidas fue un “tour de force” que asumí con toda la profundidad que pude, no bastaba con saber qué iban a hacer en la novela, necesitaba conocer todo su pasado, sus miedos, sus anhelos, sus pasiones, las luces y sombras que habían tenido en sus vidas, y tengo que reconocer que fue un proceso demoledor, porque para mí, imagino que como para cualquier novelista, no son únicamente personajes, son personas con las que hay que convivir mucho tiempo, y los tres arrastran un equipaje de dolor que a mí también terminó por dejarme huella. Suena a tópico pero es la pura verdad, creo que es la vez que en verdad he sufrido con mis personajes.
10-Dos cuarenta y nueve es oscura y malsana, la novela está impregnada de cierta atmósfera que oprime a los personajes, de hecho casi toda la novela trascurre de madrugada. ¿Qué importancia tiene la noche en la novela? ¿Qué significado tiene para la historia?
La noche lo significa todo en la novela, porque es el momento en el que los tres personajes pueden vivir, el momento en el que en verdad se despojan de las máscaras que llevan durante el día y en el que se encuentran consigo mismos, con sus almas desnudas. Quise que la mayor parte de la novela transcurriese de noche, de madrugada, y los momentos diurnos que aparecen suelen estar tamizados por nubes o incluso lluvia; creo recordar que tan solo hay un momento en el que sale el sol, y tiene su justificación. Llegó a ser casi una obsesión, hasta el punto de que la novela está escrita íntegramente de madrugada, porque se me hacía muy cuesta arriba continuar redactando de día, era como traicionar al ambiente y a mis personajes.
11-Consigues en Dos cuarenta y nueve dar un giro al subgénero “asesinos en serie”, con una historia centrada en los personajes y con las ondas de la radio como hilo conductor, ¿qué características tiene la radio que no poseen el resto de medios para decantarte por ella?
Me gustó el componente solitario que arrastra la radio, en concreto aquellos programas de madrugada en los que la gente llama para hacer confidencias a una persona a quien ni siquiera conoce. El grado de soledad al que tiene que llegar una persona para hacer eso debe de ser tan grande que me parecía muy atractivo como para incluirlo en la novela. La radio es muy importante para dos de los tres personajes, Elisa se refugia en ella, es su trabajo y el salvavidas que la mantiene a flote, y a Denis le sirve como altavoz para anunciar al mundo toda la mugre moral que ve día y a día y sus intenciones de castigar a aquellas personas de conciencia sucia. Y luego está la impunidad, es decir, sólo se necesita la voz para hacer radio, no se arriesga nada más, por eso quizá era el medio que mejor encajaba en esta novela.
12-Hablemos ahora de Cartagena Negra, el gran evento literario de la región de Murcia que este año celebrará su cuarta edición. Su organización debe ser titánica. ¿Cómo surgió la idea?
La culpa la tuvo Francisco Marín. -¿te has dado cuenta de que siempre ando echándole las culpas a otro?-. Bendita culpa, por cierto, él llevaba mucho tiempo queriendo organizar en Cartagena un evento literario de primer nivel, a los dos nos gusta el género y nos pusimos a la faena de programar unas jornadas, pero casi como algo teórico. Hasta que llegó Santiago Álvarez, uno de los responsables de Valencia Negra, se interesó por nuestro proyecto y casi nos empujó a ponerlo en marcha de inmediato facilitándonos incluso las fechas. Y era algo complejo, porque hoy un lector de novela negra puede viajar de festival en festival sin que sus huesos vuelvan a tocar su casa, hasta tal punto han florecido que no hay mes en el que no se celebren tres o cuatro en distintos lugares de España. Luego el Ayuntamiento de Cartagena entendió que debía respaldar semejante evento y aquí estamos, una panda de locos irresponsables comandada por Francisco Marín que ya está preparando la cuarta edición.
13- Víctor del Árbol, Rosa Rivas, Toni Hill, Empar Fernández o Lorenzo Silva son solo algunos de los pesos pesados de la literatura negra de nuestro país que ya han pasado por la ciudad portuaria. Aún es pronto pero, ¿podrías adelantarnos alguna primicia de cara a la edición de este año? ¿Alguna visita prevista que te haga especial ilusión? Si tuvieras el poder de traer a Cartagena Negra a cualquier autor (nacional o internacional) de novela negra, ¿quién sería?
Son muchas curiosidades en una sola pregunta… Ahora mismo estamos inmersos en el periodo inicial, el de organizar mesas redondas y barajar nombres, el momento en el que empezamos a contactar con los autores. Así que no puedo adelantar ninguna primicia en concreto, sí puedo decir que deseamos que el 2018 sea el año de la consolidación del festival, y que nuestro principal objetivo sigue siendo doble, por un lado dedicarle al lector todos nuestros esfuerzos, y por otro que los autores que vengan a Cartagena se sientan bien acogidos. Por supuesto, trataremos de que los nombres y los temas garanticen calidad tanto literaria como humana para que el lector sea el principal beneficiario. Y en cuanto a deseos de traer a algún autor especial, pues confieso que disfrutaría mucho si pudiera compartir mesa y palabas con Andrea Camilleri, pero es casi imposible que se den las condiciones, por su edad, la lejanía…, aunque mantengo el deseo.
14-Cuéntanos cuáles son tus próximos proyectos, ¿verá 2018 alguna nueva obra de Antonio Parra Sanz?
No lo veo probable. El año 2017 ha sido tal vez más el más frenético de los últimos tiempos, con la publicación de Cuentos suspensivos y Dos cuarenta y nueve, además de la edición y coordinación de la antología de relatos Cartagena Negra. Creo que necesito algo de tiempo para detenerme, mirar hacia adelante, y terminar algún proyecto que está en marcha, pero hacerlo con calma. Así que imagino que el 2018 para mí será un año de pausa, eso sí, sin dejar de trabajar. De todas formas, esto siempre puede dar un vuelco, la vida literaria a veces es muy caprichosa.
15-Para terminar nuestra pregunta fija: ¿Qué te hace reír y qué te hace llorar cada día?
Quedaría muy bien diciendo que la literatura, pero no sería cierto, la literatura me completa pero no es fácil que me arranque una sonrisa o una lágrima. Sí me hace reír la gente sana, que tiene ingenio, que combate a diario, que es capaz de ver lo malo y ponerse a la faena de solucionarlo, pero sin perder precisamente la sonrisa. En cuanto a lo que me hace llorar, cada vez me emociono con mayor facilidad, y he de reconocer que los niños son capaces de tocarme la fibra casi sin darse cuenta.

La encuesta rápida de El quinto libro

Película preferida: Casablanca
Libro preferido: Cien años de soledad
Comida preferida: Arroz y un buen jamón serrano
Color favorito: Azul
Lugar preferido: Un rincón junto al mar
¿Nos cuentas un chiste?: ¿Así, sin cerveza? Invítame primero a cenar al menos…
(https://www.elquintolibro.es/2018/02/entrevista-a-antonio-parra-sanz/)

CARNE DE ATAÚD - BERNARDO ESQUINCA


NOIR EN MÉXICO

    Escribir novela negra en Hispanoamérica supone armarse de una serie de rasgos de los que se carece en otros  lugares del mundo, y no hablamos ya de exuberancia paisajística u otros factores más propios del realismo mágico, sino de una concepción diferente a la hora de narrar, de ambientar y desarrollar una trama.

    Por eso tal vez resulta más gratificante leer novelas como la que nos regala Bernardo Esquinca, porque en ella late un particular México, con sus estancias, pulques, prostitutas, conspiraciones políticas, componendas carcelarias, con todo lo que él ha querido reflejar a la hora de narrar los crímenes cometidos por El Chalequero, pero también las pesquisas de Eugenio Casasola, cronista de El lmparcial, o de su amante Murcia Gallardo, o de la médium Madame Guillot, que le pone sobre la pista de unos crímenes que ocurrieron dos décadas atrás.

   Si a eso le sumamos la presencia de un policía un tanto turbio, Roumagnac, o las confesiones carcelarias de un par de asesinos, y si lo complementamos con noticias y recortes de prensa, estaremos ante un producto final curioso y armado como un mecanismo casi de relojería, en el que incluso los muertos tienen algo que decir desde su confortable más allá.

  Lectura un tanto desasosegante, abrupta en algunos pasajes, pero necesaria a la hora de contar estos crímenes y atrocidades, los mismos que incluso pueden llegar a salpicar a los más altos estamentos de la política mexicana de hace más de cien años.

CARNE DE ATAÚD.
Autor: Bernardo Esquinca.
Punto de Vista Editores. Madrid 2018. 280 páginas.


lunes, 19 de marzo de 2018

MATAR EN MENOS DE TRES MINUTOS

Matar en menos de tres minutos

Presentación de la novela negra Dos cuarenta y nueve (Ediciones Del Serbal), de Antonio Parra Sanz


Por ahí se inició la presentación de la novela Dos cuarenta y nueve (Ediciones Del Serbal), de Antonio Parra Sanz, que tuvo lugar el pasado 16 de marzo en el Centro de Arte Moderno (http://www.centrodeartemoderno.net/), ubicado en la calle Galileo, en el madrileño barrio de Argüelles.
Un lugar regentado por Raúl Manrique y que alberga, además de varios millares de títulos, una buena muestra de objetos pertenecientes a diversos autores, cedidos para su exposición por la Asociación de Escritores, entre los que se pueden encontrar, por ejemplo, el revólver de Onetti o la canana de Delibes, además del gorro ruso que portó Julio Cortázar en sus inviernos parisinos, objeto este que, según comentaron algunos asistentes, fue mirado con ojos casi delincuentes por el autor de la novela.
Madrileño aunque afincado en Cartagena, Antonio Parra se presentó acompañado de la también escritora Mónica Rouanet, quien ejerció de maestra de ceremonias y durante más de una hora conversó con el autor en una sala repleta en la que se lanzaron unos cuantos dardos negros, empezando por esa posibilidad de poder acabar con una víctima en menos de lo que dura un movimiento de Vivaldi, tal y como reza el título de la novela.
Poco a poco se fueron desvelando las curiosidades que esconden las almas de los tres protagonistas de la novela, la locutora Elisa Montes, el inspector Alonso Marquina (a quien los lectores ya se han encontrado en otras obras del autor) y el joven Marcos Galván, lector impenitente de la Biblia, entomólogo humano y vengador justiciero que se arroga la potestad de impartir justicia.
De los tres se habló durante la conversación, pero también de la ambientación de la novela, que fue escrita íntegramente de madrugada, y de la dureza que le supuso a su autor alcanzar la introspección necesaria para poder entrar en la memoria de cada personaje. Poco a poco de la novela se pasó a la literatura en general, y en ocasiones la charla derivó en una especie de recital de confesiones de ambos escritores, para disfrute del público.
Un público entre el cual se camufló algún escritor que otro (Jesús Zaplana, Rosa Huertas, Rubén F. Uceda), y que no se quedó mudo ni mucho menos, sino que fue capaz de lanzar preguntas llenas de interés, tales como si la persona narrativa ya estaba determinada al iniciarse la novela o si el autor dudó a la hora de darle la voz a alguno de los personajes; si los asesinatos que se narran estaban ya previstos o surgieron sobre la marcha; si el escenario es fiel o una recreación de la ciudad de Cartagena… Y posiblemente la mejor por venir de una jovencita que rondaría los doce años: si el asesino, al cometer sus crímenes, no iba dejando algún rastro que permitiera su posterior identificación. Hay madera de futuros criminólogos, sin duda, o al menos de nuevos aficionados al género.
Para todo hubo tiempo, incluso para otras particularidades literarias ajenas al género negro, y ambos contertulios lograron llevar a buen puerto una extraordinaria velada en la que, por encima de géneros y aficiones, se respiró en el lugar algo fundamental en la presentación de cualquier libro: la pasión por la literatura.

Redacción Solo Novela Negra
(PUBLICADO EN SOLO NOVELA NEGRA: https://punica.es/dos-cuarenta-y-nueve/)

ENTREVISTA A CARLOS AUGUSTO CASAS EN SOLO NOVELA NEGRA

Entrevista a Carlos Augusto Casas

YA NO QUEDAN JUNGLAS A DONDE REGRESAR.

Entrevista al autor del momento Carlos Augusto Casas. Por Antonio Parra Sanz
Continúa el camino triunfal de la novela de Carlos Augusto Casas y eso nos da un motivo para charlar con él de su obra, de literatura y de unas cuantas cosas más.
Carlos Augusto Casas (Madrid, 1971). Escritor y periodista, comenzó su carrera en Diario 16, alternando su trabajo en prensa con otros empleos como repartidor de publicidad, ferrallista, o realizando el control de calidad de una compañía aérea haciéndose pasar por un pasajero común.
Después de pasar por la agencia EFE y varios medios locales, ejerció como periodista de investigación para TVE, Antena3, Cuatro y Telecinco. Actualmente compagina el periodismo con la dirección de la colección de novela negra y policiaca Estrella Negra, de la Editorial Cuadernos del Laberinto.
Ha participado en numerosas antologías de relatos de género negro en Ediciones Irreverentes y M.A.R. Editor. Con uno de estos relatos, El Bar de los asesinos, dedicado a Lisboa, obtuvo el XIV Premio Internacional de Relato Sexto Continente, organizado por Radio Exterior de España.

Acaba de recibir el Premio Novelpol, y no es el primero que obtiene con esta novela, ¿cómo se le va quedando el cuerpo con tanto galardón?
Es muy emocionante que te pase esto con la primera novela. Todos los premios son importantes, pero creo que si hay un momento en el que lo son aún más es en los comienzos de cualquier escritor: cuando tienes más dudas e inseguridades. De alguna forma los premios certifican que lo que haces interesa, que tu libro gusta, y ten dan mucho ánimo para seguir.
Ahora en confianza, ¿qué tiene esta novela para que todo el mundo hable de ella?
Cabrones, tiene muchos cabrones. En realidad uno nunca sabe por qué algo gusta. Puede tener intuiciones, pálpitos, pero no seguridades. Creo que la novela tiene de todo, violencia, crítica social, humor, ritmo, personajes. Pero si tuviera que decantarme por algo sería por estos últimos. He tratado conscientemente de no caer en los clichés que se repiten en el género como, por ejemplo, el hecho de que el protagonista sea un anciano de 72 años. Demostrar que se pueden contar historias negras distintas, manteniendo una estructura clásica.
Profesionalmente ha pasado usted por muchos campos, ¿de qué manera terminó recalando en la novela negra?
Fue por culpa de James Ellroy y su “Jazz blanco”. Leí el libro a escondidas durante la universidad porque en aquella época la novela negra estaba considerada como poco intelectual (para algunos aún lo es). Aquel libro me cambió la vida. Desde entonces dejé de engañarme a mí mismo y no leo otra cosa.
Imagino que ya se lo habrán preguntado muchas veces pero, ¿cómo nació este personaje, “El Gentleman”?
JunglasHace un par de años trabajaba cerca de Gran Vía. Todas las mañanas, a eso de las 8:30 salía por la boca de Metro de la calle Montera, en Madrid, y me encontraba con las prostitutas ya trabajando.  Me fijé en que la mayoría de sus clientes, a aquellas horas tan tempranas, eran ancianos. Entrevisté a una de ellas y me contó que la mayoría de estos hombres no pagaban por mantener relaciones. Lo único que querían era hablar con ellas, que una mujer les volviera a prestar atención. Aquello me pareció tan terrible… Unido a la tristeza de estas mujeres que están siendo explotadas delante de miles de personas en pleno centro de Madrid. Y así surgió el Gentleman.
¿Cree que habrá por ahí algún individuo como él? ¿Podría ser que más de uno compartiera su código de conducta?
Seguro que hay muchos como él. Al menos con esa sensación de que la vida les ha ido robando todo. Lo que pasa es que creo que descargan su ira en el bar y luego ya no les quedan ganas de venganza. No se reconoce como debiera el poder terapéutico de los bares. Sin ellos habría habido más revoluciones en España. Son los grandes diques de contención de la indignación.
¿Qué opinión le merece este movimiento reivindicativo que están llevando a cabo los jubilados y pensionistas en España?
Creo que están dando una lección de lo que hay que hacer si queremos cambiar las cosas. A diferencia de otros movimientos, como el del 15M, éste de los jubilados da mucho más miedo a los políticos. Porque los mayores son el sector de la población que más vota. Ellos pueden poner y quitar gobiernos.
Usted es madrileño y en la novela se ha plantado en una zona que, por razones muy diversas, es muy conocida en la ciudad, ¿sigue Madrid conservando suficiente atractivo como escenario de novela negra?
Madrid, como cualquier ciudad grande, es un escenario perfecto para una novela negra. En una ciudad cabe el mundo entero. Donde las desigualdades son más palpables, donde los criminales comparten restaurante con los grandes empresarios. Donde la tristeza viaja en metro y la alegría en limusina. Y Madrid tiene singularidades que la hacen única para ser la protagonista de una novela negra, pero hay que conocerlas.
¿Qué tiene usted contra el gremio de la abogacía?
Una vez me contaron que las ratas son las que hacen que el sistema de alcantarillado funcione. Cuando la basura y los desperdicios obstruyen alguna cañería ellas las roen para abrirse paso, con lo que evitan averías. Se podría decir que son las encargadas del mantenimiento de la red de alcantarillas. Sin ellas el sistema se bloquearía. Perfecto. Son muy útiles, pero eso no significa que te tengan que gustar las ratas. No sé por qué se me ha venido esta idea a la cabeza.
¿Hasta qué punto es importante el humor en esta novela? ¿Y para su autor?
Para mí, una novela tiene que ser como la vida. Y en la vida hay momentos violentos, dramáticos, románticos y divertidos. Por eso creo que es fundamental el humor en mi novela y en mi forma de escribir. Además, sirve para rebajar la tensión que viene aparejada en este tipo de obras. Ayuda a mantener un cierto equilibrio para no abrumar al lector.
¿Y la soledad? ¿Es posible que con tantos medios y tantas redes sociales estemos cada vez más solos?
El otro día leí un chiste en Twitter que decía algo así: “Hoy he visto a un chico sentado en la terraza de una cafetería. Sin móvil, sin tablet, sin ordenador. Solo ahí sentado tomándose un café. Como un psicópata”.
La tecnología nos ha permitido hacer nuestra vida diaria sin tener el más mínimo contacto directo con otro ser humano. Whatsapp, Facebook, Twitter, son mucho más cómodos que mantener una conversación real con alguien. Nos hemos vuelto más huraños y más cómodos. Nuestro ritmo de vida no nos permite pararnos para preocuparnos por los demás. La soledad es el precio que tenemos que pagar.
Se está moviendo mucho por los festivales patrios de novela negra, ¿qué le parece la situación que vive el género en nuestro país?
En cuanto a calidad, número de autores y festivales vivimos un momento espléndido. Algo que no casa con los índices de lectura en España, que son verdaderamente deprimentes.
Sabemos lo que han dicho los críticos de la novela pero, ¿qué le han comentado los compañeros del gremio negro, le han leído?
Pues fueron ellos los primeros en alabar la novela. Y no solo eso, algunos se han convertido en auténticos agentes literarios que la van recomendando por todas partes. Esa también ha sido una parte importante del éxito, el reconocimiento de otros escritores y el boca a boca que ellos iniciaron. Gente como Luis Alberto de Cuenca, Claudio Cerdán, Paco Gómez Escribano, Sebastiá Benassar, Juan Ramón Biedma, por citar solo algunos, han defendido siempre la novela.
¿A qué fuentes literarias le tenemos que agradecer que Carlos Augusto Casas escriba?
Muchas. Desde Hunter S. Thomson, Tom Wolfe, Martin Amis, hasta el citado James Ellroy, pasando por George V. Higgins, Lawrence Block, Julián Ibáñez, Andreu Martín…
¿Qué planes literarios anda urdiendo de cara al futuro inmediato?
Estoy metido de lleno en la segunda novela. Y me lo estoy pasando bomba.
Ya sé que es complicado, dada la difusión que está teniendo la novela, pero, ¿se atrevería a decirle algo a un lector que no le conozca ni sepa nada de la obra?
Léala. Le prometo que no se aburrirá.
(PUBLICADA EN SOLO NOVELA NEGRA: https://punica.es/entrevista-a-carlos-augusto-casas/)

domingo, 18 de marzo de 2018

jueves, 15 de marzo de 2018

DOS CUARENTA Y NUEVE EN MADRID


NUNCA MIRES ATRÁS - CLAUDIO CERDÁN

SONIA RUIZ SIGUE CRECIENDO

     Se ha incorporado Claudio Cerdán al proyecto SeisDoble de Menoscuarto Ediciones, y Sonia Ruiz ha dado palmas de alegría, primero por ver continuada su historia, y después por el hecho de que sea el autor yeclano el que siga el camino que abrieron Noemí Trujillo y Lorenzo Silva, y que después ampliaron nada menos que Andreu Martín y Esteban Navarro.

El plan de ir reuniendo a grandes autores del género para que recreen las andanzas de esta detective privada rozó la brillantez, y se demuestra en cada entrega. Y eso que los inicios de ésta no son muy halagüeños para la mencionada Sonia, despertar medio amnésica en un contenedor de basura, tras una noche a priori bastante loca, y vestida para matar aunque casi se convierte ella en cadáver no era lo más recomendable para el personaje, pero claro, conociendo a Claudio Cerdán, tampoco podría extrañarnos mucho, no es la primera vez que demuestra la inclinación que tiene por las situaciones límite.

El caso es que Sonia debe salir rápido de esa nube de amnesia y alcohol porque su salvadora, Mila, a la sazón antigua compañera de instituto, tiene un trabajo para ella, nada menos que encontrar a su marido fugado. Sí, en verdad no parece sonar muy original, pero hay que seguir leyendo para ver si Cerdán se acomoda o nos engaña como buen autor negro que es.

Junto a nuestra extrañeza, llegará también la del joven Pau, el casi becario del CNI que ya conocemos de entregas anteriores, el guapo agente/colaborador/compañero de piso a quien Sonia no sabe si colocarle también el marchamo de amante. Pero tras esa sorpresa, el motor narrativo de Claudio Cerdán estalla en todo su esplendor, los ocho cilindros rugen y el óxido nitroso entra en escena para que la trama empiece a acelerar y no deje de hacerlo ya hasta su final. Entre medias, grupos de ultras futboleros, mafias rusas, oscuras intenciones, incendios e incluso la siempre peligrosa fama de los antiguos alumnos, queriendo burlar las jugarretas del tiempo. Ah, y ciertos contactos policiales de cuyo nombre, y existencia, a veces sería mejor olvidarse.

Sonia Ruiz, una vez más, se deslizará por un tobogán de sensaciones y mentiras, y Claudio Cerdán irá con ella hasta donde pueda, el resto será cosa privada, la detective tendrá que sopesar qué caminos podrá transitar y cuáles no. Lo bueno es que nosotros sí estaremos allí, mirando ansiosos hasta el final.

(Publicada en Solo Novela Negra: https://punica.es/nunca-mires-atras-resena/)

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(LA VERDAD, "ABABOL", 7/4/2018)

domingo, 11 de marzo de 2018

LIBÉLULAS EN LA NOCHE - JAVIER TRESCUADRAS


TERROR NOIR

     Si nos llega una novela de la gran Norteamérica, y llega mezclando cuestiones sobrenaturales con tramas negras, nos parece un gran acierto la mezcolanza de géneros, uno enriqueciendo a otro, la originalidad y otros muchos etcéteras. Pues bien, como lector creo que debemos mostrar la misma empatía cuando ese mismo caso se produce en un autor español. Dicho de otra manera, al leer esta novela de Javier Trescuadras debemos lanzar ciertas campanas al vuelo por la manera tan brillante y adictiva como ha logrado entrelazar algo sobrenatural con una trama policial que no encaja del todo en otro calificativo que no sea el de vertiginosa.

    El hombre del saco, o el Tío Saín, como se le conocía por la Murcia más tradicional, deja de repente de ser un cuento infantil, un vehículo de poder entre padres e hijos, y se convierte en el emblema de unos asesinos seriados, a los que tiene que enfrentarse Germán Corso, un hombre dotado de un instinto especial, de unas percepciones fuera de toda lógica, las mismas que le han regalado el ostracismo por parte de sus propios compañeros.

   Murcia, por lo tanto, vuelve a convertirse en escenario de novela negra, pero con una agilidad digna de las mejores novelas del género, un escenario en el que caben corrupciones policiales, pederastas confesos y nunca redimidos, abogados con la porquería rozándoles los codos, una organización que coquetea con el más allá, una mujer que fue la única niña en sobrevivir a un devastador ataque del hombre del saco, y una maldición, la que provoca la arpillera que mata cubriendo cabezas al tiempo que proporciona a su nuevo portador una fuerza descomunal.

   El conflicto entre la lógica y lo inexplicable está presente en gran parte de la novela, y ni las acciones de los unos ni los ataques de los otros pueden separarse, porque entonces la trama caería en picado. Además, Javier Trescuadras ha logrado atesorar una virtud que no está al alcance de muchos, además de esa mezcla de dos géneros que se atraen mucho más de lo que los lectores creen, él ha conseguido introducir el miedo en cada hogar, resucitar el terror que alguna vez sentimos de niños, provocarnos de nuevo pesadillas con ese rostro de arpillera de ojo aspado y boca cosida. Y eso no es nada fácil en épocas de descreimiento como la actual. Mucho mérito.

(PUBLICADA EN SOLO NOVELA NEGRA: https://punica.es/libelulas-la-noche-resena/)




ENTREVISTA A RAFA MELERO EN SOLO NOVELA NEGRA

Entrevista a RAFA MELERO

EL SECRETO ESTÁ EN SASHA

Antonio Parra Sanz entrevista al Autor.
Con motivo de la aparición de El secreto está en Sasha, el esperado regreso de Xavi Masip, hemos tenido la oportunidad de charlar con Rafa Melero acerca de su personaje, de esta nueva entrega y de algunos asuntos más, turbios la mayoría de ellos, como no podía ser de otra manera tratándose de una de las figuras de nuestro género negro.           
Rafael Melero nació en Barcelona pero pasó su infancia en Lleida, hasta que en 1995 ingresó en los Mossos d’Esquadra. Desde entonces ha trabajado en ciudades como Figueres, Lleida, L’Hospitalet o Terrassa entre otras, y su trayectoria profesional ha trascurrido en la policía judicial, en grupos como el de Homicidios, Salud Pública o Delitos contra el Patrimonio. El secreto está en Sasha es su última  novela, tras publicar La ira del FénixLa penitencia del alfil y Ful.
Tras el paréntesis de Ful, ¿cómo ha sido regreso al mundo de Xavi Masip? Da la sensación de que se ha estado moviendo entre el universo del bien y el del mal. 
Pues ha sido muy bueno, sobre todo por la acogida que ha tenido entre los lectores. Xavi se mueve en ese universo desde la primera novela. Creo que es el atractivo que tiene el personaje. Es un servidor público que toma consciencia de que a veces la justicia es todo menos justa.
¿En qué ha cambiado su personaje a lo largo de las tres novelas de la serie? 
Quiero pensar que ha evolucionado un poco, aunque no demasiado, porque la esencia no la debe perder nunca. Tiene los conceptos existenciales muy claros y bajo ese prisma irá su evolución literaria. 
¿Y su creador, en qué ha cambiado? 
En mi caso, debo admitir que sí ha cambiado algo más que el personaje. Mal iría como escritor si no evolucionara. Creo que cada vez soy más crítico con la realidad que nos rodea y lo noto en los textos. 
Con la que ha caído últimamente, ¿qué panorama policial es más negro, el de su trabajo diario o el que hemos visto en sus novelas? 
Una pregunta interesante. A nivel profesional, mentiría si dijera que ha sido un buen año, pero estamos en buena disposición de mejorar. En las novelas, aunque quiero mucho a mis personajes, Xavi lo seguirá pasando mal porque creo que en el fondo es su razón de vivir. Ha de atrapar a los malos. Y eso siempre deja huella. 
¿Vamos a seguir disfrutando de Masip de continuo o habrá alguna pausa que otra? 
No, ahora estoy con otra cosa, pero Masip volverá. Cuando esté preparado y sobre todo reparado de su última investigación. Y cuando también lo esté yo. Siempre me llega el momento en que Xavi me lo pide y entonces sé que estamos preparados para otro asalto. 
Juzgue el panorama de la novela negra española con respecto a la internacional. 
En España tenemos un problema de aprecio por lo nuestro. En Francia, Alemania, Reino Unido y un largo etcétera primero se lee a sus autores y después les dan la oportunidad a los de fuera. Aquí, no. Salvo alguna excepción siempre estarán delante Brown, Follet y Nesbo, por poner algunos ejemplos. Que no digo que no sean buenos, pero aquí no tenemos nada que envidiarles, salvo los lectores que ya tienen en sus países de origen. No entro con lo que pasa también aquí con la permisividad y el consumo a través de la piratería, porque eso es ya para cortarse las venas. 
Asesinos en serie, venganzas, mafias rusas, prostitución…, ¿lo hemos leído ya todo en la novela negra? 
Puede que se haya hablado prácticamente de casi todo, pero siempre se le puede dar una vuelta, bajo la diferente mirada que tiene cada escritor por cada tema. 
¿En qué se parecen Rafa Melero y Xavi Masip? 
En poco, intento alejarme del personaje aunque es inevitable que se lleve algo mío. Lo que tiene Xavi es que, a diferencia mía, se puede saltar algunas líneas rojas bajo su código de honor personal, algo que yo no puedo hacer. Escribir ficción me “desestresa” mucho. Allí se pueden cambiar las injusticias o hacerlas aún más injustas y tocar la fibra del lector. 
Díganos el secreto de lo que le impulsa a seguir escribiendo. 
No sé decirle. Ahora mismo no sabría qué hacer si no pudiera escribir. Me ayuda a ver la vida de otra manera. 
¿Alguna vez se ha visto tentado de tocar otro género diferente al negro?
Tentado, sí, y no digo que no lo pruebe, pero de momento seguiré con mis historias. También le puedo decir que la historia que escribo en estos momentos es la menos negra de todas. 
¿Cuáles son sus principales deudas literarias? 
No me gusta tener deudas en nada. Leo, escribo y saco tiempo de dónde puedo. No sé si puedo hacer más, por lo que estoy en paz conmigo y con mis personajes. 
¿Con qué detective o policía de ficción le hubiera gustado poder trabajar? 
Naturalmente con Sherlock Holmes, pero también con Bevilacqua y Chamorro (quizá más con ella), con Will Graham y por supuesto con Masip. 
¿Y a qué criminal le hubiese gustado detener?
A Moriarty, sin duda. 
¿Qué planes literarios tiene ahora en el horizonte Rafa Melero? 
Pues acabar la novela que estoy escribiendo y seguir con la gira de festivales de novela negra que inicié en febrero. Creo que hasta mayo descanso únicamente dos fines de semana.

 https://punica.es/entrevista-rafa-melero/