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domingo, 19 de diciembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ELVIRA LINDO



El beneficio de la esperanza

La vida de Antonia es la vida de una mujer de los años ochenta, con un pasado ideológico de izquierdas, una familia propia del franquismo, una profesión liberal, un matrimonio que se deshace y un hijo, Gabi, con el que mantiene una singular relación, la que ha provocado la desaforada imaginación del niño. No hay nada extraordinario en el planteamiento de Elvira Lindo, y seguramente por ello el volumen tiene tanta calidad literaria, porque como ya ha hecho otras veces, focaliza su narración en lo humano, al tiempo que lo mezcla con sus propias vivencias.

Yendo un poco más allá, la novela ofrece también una magnífica panorámica de los primeros años de la España posfranquista, de aquel Madrid de la ‘movida’, las novedades artísticas e ideológicas, las modas nuevas y hasta el nacimiento de las televisiones privadas. Antonia desglosa su existencia desde ese presente, pero para justificarla, mejor dicho, para explicarla, recurre a su memoria y a la memoria de sus antepasados, la familia materna, pueblerina y menos progresista, el padre hecho a sí mismo, triunfador a base de trabajo y licenciado en la calle, como tantos españoles de los sesenta, los hermanos temerosos de no cumplir con las expectativas paternas, y los amigos juveniles, fieles algunos hasta volver a aparecer años después.

Dos acontecimientos inician la catarata de vivencias: el nacimiento de Gabi y la muerte de su abuela, los dos momentos más importantes en la vida de Antonia, a quien los demás han catalogado siempre como portadora de una gran alegría e imán para el dinero, pero también como una mujer imposibilitada para la felicidad conyugal. Hay quien podrá considerar la novela un tanto triste, es cierto que hay momentos teñidos de un demoledor pesimismo, pero el mérito de Antonia, o de Elvira Lindo, consiste en seguir adelante con su vida, concediéndole siempre a la línea siguiente el beneficio de la esperanza.

‘Lo que me queda por vivir’. Elvira Lindo.

Editorial: Seix Barral. Barcelona, 2010. 272 páginas.


martes, 14 de diciembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - PETER HANDKE


Gran labor la que ha realizado Nórdica Libros al rescatar y publicar de nuevo esta primera novela de Peter Handke, para que así el lector pueda observar la enorme evolución experimentada por el autor alemán en sus obras posteriores. Con la idea de un texto fragmentario lleno de recuerdos, el mundo rural germano se difumina con la mirada, demasiado errática, del personaje metido a narrador, tan errática que a veces cuesta demasiado seguirla, y es que los caminos de la mente pueden ser, además de inescrutables, laberínticos en exceso.


‘Los avispones’. Peter Handke.

Editorial: Nórdica Libros. Madrid, 2010. 238 páginas.

lunes, 6 de diciembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ANA BALLABRIGA, DAVID ZAPLANA


Sin aliento

Nunca es fácil escribir a cuatro manos, porque los estilos suelen ser criaturas muy exigentes, pero Ana Ballabriga y David Zaplana parecen haberse convertido en unos expertos, porque en esta segunda novela han logrado su principal objetivo: que su prosa sea una, señal inequívoca de que sus proyectos, tanto los vitales como los literarios, son uno también. Han concebido esta historia de suspense con la capacidad necesaria para mantener en vilo al lector hasta sus últimas páginas, y con una estética muy visual, no en vano han bebido siempre de fuentes cinematográficas y practican ellos también el séptimo arte.


Nico, psicóloga, y Nuno, policía, viven en Lisboa y atraviesan una rocosa crisis de pareja, ella no quiere tener hijos y él no desea ser especialmente ambicioso en su trabajo; las recriminaciones se cruzan amargas hasta que alcanzan una tregua, él se involucra en un caso importante y ella promete colaborar estableciendo el perfil del asesino. Porque hay un asesino en serie de lo más macabro y escatológico, con tintes de un sexo que no practica, y cuyas actuaciones parecen mover los cimientos del matrimonio. Para completar el cuadro, Nico tiene una paciente muy extraña embarcada en un romance con un hombre casado cuyas descripciones son sospechosamente parecidas a las de Nuno.


Y a partir de ahí, el vértigo, con unos diálogos brillantes y una trama que se vuelve intermitente de la mano de los asesinatos y de las sospechas de la propia Nico, que llega a temer incluso por su vida. Además, y en un alarde narrativo considerable, el pasado de la psicóloga regresa para atormentarla y ofrecerle un encuentro muy poco deseado con un padre al que lleva muchos años odiando. No queda más que racionar bien el aliento para que nos llegue hasta la última página, porque estos dos escritores nos van a llevar hasta ella casi cogidos del cuello, sin permitirnos un solo parpadeo de más.


‘Morbo gótico’. Ana Ballabriga, David Zaplana.

Editorial: Alfaqueque. 2010. 346 páginas.

(LA VERDAD, "ABABOL", 4/12/10)


viernes, 3 de diciembre de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - SU DISTINGUIDA SEÑORÍA

SU DISTINGUIDA SEÑORÍA

Todo proceso electoral necesita unos días de reposo antes de ser analizado, porque no bastan las carreras del recuento para ofrecer resultados que no son más que estadísticas. Y como ya han pasado esas jornadas, las recientes elecciones catalanas nos han abierto, nuca mejor dicho, un panorama novedoso y lleno de atractivos. Por no hablar de que sus efectos se dejaron notar, y de qué manera, el día después sobre el verde del Nou Camp (otro día hablaremos de la gran casualidad de que ese partido, y no otro, haya coincidido con semejantes comicios).





Y es que ahora se explica por qué los jugadores del Barça salieron como salieron, rebosando testosterona incluso el mismo Guardiola (cosa rarita en él), que por un día dejó de mingitar colonia y sacó los colmillos como cualquier mortal. Cómo no iban a estar desenfrenados después de que Carmen de Mairena y María Lapiedra hubieran puesto la campaña electoral a mil, así cualquiera salta al campo y se come a quien se le ponga por delante, tal vez la UEFA debería plantearse considerarlo doping de última generación.


Desde luego, eso es participación femenina y no lo que se respira en Madrid, cómo vamos a comparar los enjutos pellejos de Mª Teresa Fernández de la Vega como la rotundidad de la pelirroja Carmen de Mairena, mente preclara además de cuerpo virginal (capaz de ganar a Rosa Díez, otra flacucha sin sal), aclamada por los alumnos de la Universidad Pompeu Fabra y cuyo programa defendía la práctica del sexo libre, la vuelta de las majorettes y el envío de una nave a Marte con productos catalanes, en un proyecto colonizador que ríase usted de los almogávares. A ver si aprende Carod Rovira cómo se hacen campañas de catalanismo.





Pero no acabó ahí la cosa, porque el partido del señor Laporta también tuvo a otra campeona del mundillo político, María Lapiedra, que dejó en pañales a la Cospedal o a Soraya Sáez de Santamaría. El angelito se fue a Madrid a rodar un vídeo con la bandera independista, se ve que en la capital el número de votantes catalanes es enorme, y hasta se dejó tirar del tanga por el expresidente culé, pero luego se sorprendió de que, vía Facebook, la retiraran de la campaña, y eso que ella había dejado las filas de Esquerra Republicana para fichar por Solidaritat Catalana.


Estas dos reales hembras demuestran la gran salud de la política patria, especialmente de la catalana, siempre a la vanguardia de las innovaciones más progresistas. Ya le hubiera gustado a Eddie Murphy contar con ellas en su película, él al menos esquilmaba a los congresistas norteamericanos, por aquí sólo nos pueden birlar el sentido común, porque dinero ya no nos queda. Lo malo es que no veremos a ninguna de las dos en el Parlament, porque iban a ser la comidilla de la Carrera de San Jerónimo. Esperemos que no cundan estos ejemplos cuando las demás autonomías celebren sus comicios, o las crónicas políticas las leeremos en Hola o Pronto.


viernes, 19 de noviembre de 2010

TRAMPANTOJOS


Hay un hálito de primitiva satisfacción en el carro repleto de víveres que sale del supermercado. El hombre que lo empuja, tras un par de horas de pacientes elecciones, se muestra casi casi ilusionado al vaciarlo en el coche, y aún más al trasladar el contenido hasta la nevera y la despensa. Después de varios milenios, empuña la misma sonrisa ufana del cavernícola que ha logrado abatir una pieza y acumular alimentos para su prole durante un invierno polar. A cambio, recibe la amenaza inclemente de los códigos de barras y las inquietantes fechas de caducidad, como si el hambre o la gula pudieran programarse.



sábado, 13 de noviembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ALMUDENA GRANDES


La heredera de Galdós

Siempre ha reconocido Almudena Grandes lo que le debe a Benito Pérez Galdós, y es una influencia de la que presume a menudo, hasta el punto de que gracias a ella ha iniciado una serie de novelas que abarcarán algunos episodios de la posguerra española, o de una guerra interminable, como ella misma ha titulado la obra. Esta primera entrega tiene como fondo la invasión, en 1944, del Valle de Arán por parte de ocho mil soldados pertenecientes a la Unión Nacional Española, republicanos todos, combatientes contra Franco y Hitler, espíritus que buscaban sin cesar una justicia que les volvió, una vez más, la espalda.


La autora madrileña ha preparado una mixtura tan atrayente como los platos de su protagonista, combinando lo histórico con lo ficticio, porque en la novela hay dos líneas claramente diferenciadas hasta en la voz narrativa: una en tercera persona, en presente histórico y otra en la íntima primera persona de sus personajes, una que evoca los hechos ocurridos hace más de sesenta años y otra que recrea el amor de Inés y Galán. Dos criaturas nacidas con el sello de Almudena Grandes, cuyas vidas se insertan en mitad de los hechos reales, no en vano, en muchas páginas de la obra leemos la siguiente frase: ‘La Historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales’. Y el mayor mérito de esta novela radica, no en el talento literario de su autora, que a estas alturas está ya fuera de toda duda y más que reconocido, sino en su capacidad de hacer pasar como absolutamente real la ficticia historia de amor.


Porque además del idilio, con todos sus sufrimientos, penurias y alegrías, de Inés y Galán, esta novela le ofrece al lector otras relaciones muy reales, como fueron las de Dolores Ibárruri con Francisco Antón, o la de Jesús Monzón, encargado de dirigir a los comunistas españoles a este y al otro lado de los Pirineos, con Carmen de Pedro. Ambas comprobables, tanto como desconocidas para gran parte del público. Un público que tampoco tenía noticia de aquella escaramuza de 1944, la única que logró meter el miedo en el cuerpo a Franco, ni del resultado final, con todos los combatientes olvidados una vez más, en esta ocasión no sólo por los aliados, sino también por los burócratas de su propio partido.


Pero por encima de canalladas históricas están los seres humanos, esas piezas de los atlas que le gusta armar a Almudena Grandes, y estas páginas son de nuevo un homenaje a la vida, a los ideales, a la lucha, por lo que arrancarán, a veces, hasta alguna lágrima a los buenos lectores.


‘Inés y la alegría’. Almudena Grandes.

Editorial Tusquets. Barcelona, 2010. 728 páginas.

LA VERDAD, "ABABOL" (13/11/2010)


domingo, 7 de noviembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - JUAN RAMÓN BIEDMA



Si imaginásemos al Valle-Inclán más transgresor metido a narrar una novela negra, nos acercaríamos a lo que ofrece Juan Ramón Biedma en estas páginas, una trama enloquecedora y un lenguaje vertiginoso para contarnos las andanzas de Anube, Set Santiago, Eme Tobasa o Ana Mengele, criaturas desubicadas que se buscan a sí mismas mientras tratan de huir de la miseria o de la neurosis, no siempre espontánea, porque la peor locura es la que los demás pintan de normalidad para controlar las mentes y ejercer una tiranía sin límites.

‘El humo en la botella’. Juan Ramón Biedma.

Salto de Página. Madrid, 2010. 411 páginas.


domingo, 31 de octubre de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - JUSTINO, UN ASESINO DE LA TERCERA EDAD

JUSTINO, UN ASESINO DE LA TERCERA EDAD


Jubilar a alguien antes de tiempo tiene sus riesgos, y si no que les pregunten a las víctimas de Justino, puntillosas y ajusticiadas ellas para que el emérito puntillero pudiera seguir ejerciendo, aunque lejos de Las Ventas y con el objetivo de recaudar fondos para ir a recalar a Benidorm junto a su amigo Sansoncito. A los jubilados de Palma de Mallorca no les ha llegado el retiro antes de hora, y tampoco les han apuntillado, pero casi, porque las fuerzas del orden, como ya sabemos, han entrado a saco en su negocio de bingos ilegales, requisando a lo bestia bombos, bolas y cartones. Ya era hora, porque estos clanes desdentados estaban amenazando con acabar con el pulquérrimo negocio de las casas de juego “legales”.

Sí, sí, y es que apostaban nada menos que diez céntimos por cartón, con los tiempos críticos que corren. Pecata minuta, pensarán algunos, pero porque no conocían la trastienda del negocio como las fuerzas policiales baleares. Bajo las mesas se trapicheaba con lexatines y sintrom, y las recetas corrían de mano en mano, porque en su reverso se falsificaban cartones y hasta se firmaban pagarés. Un escándalo de tomo y lomo, vamos. Menos mal que los inspectores son unos linces, porque estos delincuentes longevos, no contentos con el bingo, habían creado también una red de estraperlo poniendo a los nietos como pantalla: negociaban con potitos, vendían a cincuenta euros las dosis de leche en polvo, y hasta fabricaron “rulas” de apiretal, requeridísimas por los diabéticos.

Es preciso frenar esta locura del crimen, que amenaza con saltar desde Mallorca hasta la península. Por fortuna, la reciente reforma ministerial aún no está cerrada, el nuevo gobierno de Zapatero es firme y en unos días se presentará a los medios el Gerontoministerio, cuya cartera ha recaído en Cayetana de Alba, preclaro símbolo de la cuarta edad española que está dispuesta a dignificar a los decentes mayores patrios, y a acabar con estos elementos del hampa más plebeya, y que incluso ha filtrado ya alguna de sus medidas más revolucionarias. Pronto se descontará de las pensiones el desgaste de bancos de parque, o el gasto de aceras por andadores y conteras de bastón, además de cuadruplicar el precio del maíz con que alimentar a las palomas.

O les hacemos frente, o la mafia de los abuelos se hace con las riendas de nuestra sociedad. Yo al menos he avisado.




domingo, 24 de octubre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ARNE DAHL


El Grupo A

Un nuevo heredero podría considerarse a priori a este autor sueco, Arne Dahl, sobre todo teniendo en cuenta que las sombras de Henning Mankell y Stieg Larsson siguen siendo bastante alargadas, pero a poco que un lector aficionado al género negro se adentre en sus páginas, se percatará enseguida de que no es así, no es un autor más que se dedica al misterio, sino que desde este volumen tiene muy claro cuál es su universo narrativo y cómo continuarlo, tal y como iremos comprobando en las próximas entregas.


A raíz de un incidente con rehenes, el oscuro inspector Paul Hjelm ve como su carrera se tambalea, a pesar de que su popularidad mediática se ha disparado casi tan rápido como lo hizo su pistola. Desde esa gran contradicción le llegará una puerta, una salida para poder sentirse un verdadero policía, porque de talentos como el suyo, más o menos ocultos, se nutre el Grupo A, una unidad especial que recoge a diversos agentes de todo el país que, o bien son unos incomprendidos en sus destinos actuales, o todavía no han sido capaces de explotar todo su potencial.


Como es lógico, este tipo de unidades no se forman de la nada, sino por necesidad, y la necesidad en esta ocasión es el asesinato de dos empresarios, caídos con el mismo modus operandi, en una escalada que parece estar provocada por mafias extranjeras. Hjelm se integrará en un grupo en el que hay una mujer con un pasado algo oscuro, un sueco-chileno, un antiguo abogado, un culturista arrepentido y hasta el cantante de un coro eclesiástico. De esa heterogeneidad nacerá una colaboración capaz de resolver un caso complicadísimo, sin olvidar, como ocurre casi siempre en la literatura negra sueca, las correspondientes visiones y críticas sociológicas con las que desenredar las entrañas del país, de las que Arne Dahl es incapaz de sustraerse y que hacen su novela no sólo atrayente, sino muy creíble.


‘Misterioso’. Arne Dahl.

Editorial: Destino. Barcelona, 2010. 492 páginas.

LA VERDAD, "ABABOL" (23/10/10)


sábado, 2 de octubre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ROSA HUERTAS


A flor de piel

Así terminan las emociones del lector conforme se acerca la resolución de esta magnífica novela, en la que Rosa Huertas abarca varias técnicas narrativas: las memorias, la Historia, los diarios, las confidencias, el misterio y, por encima de ellas, el homenaje a Miguel Hernández ahora que se cumple su centenario. Pero que nadie tache este texto de oportunista, porque no lo es, personajes como Clara y Víctor dan fe de ello, su hermosa amistad y la calidad literaria de la autora hacen el resto. Es imprescindible.


‘Mala luna’. Rosa Huertas.

Editorial: Edelvives. Zaragoza 2009. 245 páginas.


CRÍTICAS LITERARIAS - ANTONIO CALZADO


Si en una ciudad sombría un asesino se dedica a estrangular jóvenes, y además se produce el misterioso robo de un cuadro, aparentemente sin demasiado valor, la intriga puede despistar al lector en un principio, pero para evitarlo están tanto Antonio Calzado como el detective Javier Dantas, para ir atando cabos y enlazar ambas historias, hilvanándolas con los hilos de la magia y el esoterismo, hasta que el destino final prorrumpa en sus últimas carcajadas. Una narración intensa y muy bien delineada, incluso en los más íntimas profundidades de un secreto que arrastra cuatrocientos años tras él.


‘Umbría’. Antonio Calzado.

Editorial: Almuzara. Córdoba, 2009. 336 páginas.


martes, 10 de agosto de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - RATAS A LA CARRERA


RATAS A LA CARRERA


Al igual que aquellos diez seres extraños e intrépidos pugnaban por ganar dos millones de dólares en la cinta de Jerry Zucker, parece que el verano siempre trae consigo un buen cargamento de mentes pasadas de fecha, empeñadas en protagonizar los eventos más estrambóticos. Me había jurado a mí mismo que este año no me haría eco, pero es que me lo ponen muy difícil, vaya, y así no se puede uno resistir. Ya hace algún tiempo que lo fueron anunciando, justo cuando la familia del puertorriqueño David Morales decidió embalsamarlo subidito en su moto, con ademán de velocidad incluido, para que los deudos lo velaran adecuadamente en el tanatorio, menos mal que luego no le enterraron con la máquina, aunque me consta que hubo más de un cuarto de hora de serio debate entre los asistentes.


Pero eso no fue nada, porque hace unos días, un grupo de una especie de policía femenina del norte de Nigeria comenzó a rizar el rizo, organizando una ceremonia punitiva de destrucción de centenares de botellas de cerveza, alegando que su consumo incumple la “sharia”. Si alguno de mis amigos estuviera en el gobierno de este país, Dios y la corte celestial no lo quieran, habría roto al día siguiente relaciones diplomáticas con Nigeria, o incluso elevado una protesta formal ala ONU. Lo curioso, tal y como demuestra la fotografía, es que mucho respeto a la “sharia” pero una de las exaltadas bien que se ocupa de grabar el evento con el móvil, igual luego lo subió al coranfacebook, o al suratube. Mucho rigor, sí, pero sin pasarse.



A todo esto, salta la bomba con la noticia de que Playboy está en quiebra, y que ya ni siquiera las fiestas de Hugh Hefner pueden levantarla, la quiebra, digo. Vamos a ver, porque la crisis es tolerable, la bajada de sueldo funcionarial también, hasta si me apuran, las ascéticas vacaciones de la señora Obama en Marbella, pero si Playboy desaparece y nos destruyen las botellas de cerveza, apaguen el mundo que yo me bajo.


Claro que, como decía el sabio, siempre hay alguien peor, que le pregunten si no al ruso que ha muerto en plena final del campeonato mundial de sauna. Pero bueno, con la que está cayendo, ¿merece la pena encerrarse con otro tío cachas – que está, por cierto, también en cuidados intensivos -, en un habitáculo a más de cien grados?, vamos, ni aunque sea en Finlandia. Luego nos extrañamos de que surjan psicópatas capaces de las mayores barbaridades, si la actualidad está llena de ejemplos, entre los concursos gastronómicos de ingestas masivas de hamburguesas, ortigas o huevos duros, los quesos que bajan rodando por las verdes colinas británicas o los campeonatos de lanzamiento de móvil o de aplastamiento de insectos, que los hay, estamos más desnortados que nunca.



Incluso aquí, ahora hay una cadena enemiga que estrena un programa de espiritismo en el que algunos famosos contactarán con sus muertos, que digo yo que qué poco los querrían, porque en vez de dejarlos tranquilos se van a empeñar en mostrarles la enjundia de la tele, son ganas de no respetar su descanso. Habrá que traer al programa a los herederos de Pat Garrett, soliviantados porque los familiares de Billy The Kid han solicitado el indulto aduciendo que el sheriff y antiguo amigo del niño le mató por la espalda. Tenían que resucitar los dos y liarse a tiros con este corral esquizofrénico en el que estamos convirtiendo la Tierra.


Y lo malo es que aún queda verano para rato, ojalá que alguien nos libre pronto de todas estas ebulliciones cerebrales. En la película, una panda de ricachones apostaba sobre las andanzas de los participantes, aquí no nos queda ni siquiera ese consuelo, y menos mal que ninguna de estas lumbreras está podrida de dinero, que si no…



CRÍTICAS LITERARIAS - MARÍA DUEÑAS


Hilvanes de vida

A veces, el mundo de la literatura se mueve por unas causas sencillísimas, como por ejemplo la calidad y la capacidad de fabricar una buena historia. Estos dos rasgos son los que han propiciado el éxito de la novela de María Dueñas, alimentado también por otro motor que ya ha demostrado su poderío en otras ocasiones: el boca a boca, porque por encima de las reseñas de los críticos más especializados, esta novela ha crecido gracias a sus lectores, y es que resulta difícil encontrar a alguna persona que no hable bien de ella.


De todas formas, no son esos los únicos méritos, tras ellos hay una historia que nos recuerda a la épica decimonónica, un personaje de incierto destino, y una prosa ágil que lleva a pasar en un suspiro cada página en busca de un nuevo episodio de la azarosa existencia de Sira Quiroga primero, y de Arish Agoriuq después. A eso hay que sumarle, también, la elección de una época que suele ser muy atrayente para el lector, el primer tercio del pasado siglo, y la habilidad que ha mostrado María Dueñas para encuadrar su narración en un periodo que tal vez haya sido poco aprovechado hasta ahora en la literatura española: aquellos años primeros de nuestra posguerra en los que España era en una pradera de espías nazis y británicos, a caballo entre nosotros y los vecinos portugueses.


Y no debemos olvidar tampoco a Marruecos, la zona del protectorado español que se convirtió en una especie de paraíso durante los años de la guerra, un oasis de paz y de exotismo en el que la protagonista se refugia para lamer las heridas de más grande desengaño amoroso que sufrió en su vida. Podemos seguir sumando méritos, el cariño con el que es tratado el personaje de Sira, su capacidad para adentrarse en aventuras más que arriesgadas, narradas con mesura y sin ninguna prisa, su infatigable trabajo como modista, y la exquisita alternancia mostrada por la autora para manejar ficción y situaciones históricas, personajes literarios y otros absolutamente reales, como Serrano Suñer, Beigbeder o la propia Rosalinda Fox. Cualquier época es buena para leer una gran novela, pero el verano nos regala más tiempo, María Dueñas se encargará de hilvanarnos entre sus costuras.


‘El tiempo entre costuras’. María Dueñas.

Temas de hoy. Madrid, 2009. 638 páginas.

viernes, 16 de julio de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - LEONARDO PADURA



Una vez que ha remitido el aluvión escandinavo de novelas negras que nos han helado las emociones, y en algunos casos el ánimo lector, porque era más el ruido que las nueces, conviene volver la vista a latitudes más australes, o más caribeñas, para encontrarse con una serie de novelas magníficas, protagonizadas por Mario Conde, hijo putativo, o más bien hermano de farras escritoras, de Leonardo Padura.


La última entrega de la esta serie, ‘La neblina del ayer’, ni siquiera es ya una novedad editorial, pero el verano es un momento magnífico no sólo para hacerse con ella, sino para hincarle el diente a toda la serie, una vez que la editorial Tusquets tuvo la feliz idea de reeditarla íntegra en nuestro país. Eso sí, aquellos lectores que esperen encontrarse folklore cubano, que lo olviden, al igual que tampoco encontrarán amargas quejas sobre bloqueos, dictaduras o dificultades de abastecimientos en la isla. Leonardo Padura no ignora ninguno de estos temas, habla de todos ellos siempre que su personaje se los encuentra de cara, pero los trata como la realidad de fondo, no como temas narrativos centrales, no en vano hablamos de novelas negras, donde lo vertebral siguen siendo los crímenes.


El Conde, como es conocido este investigador, no está solo, y el universo de amigos que jalonan sus páginas le hace más grande. Con él está el grupo de preuniversitarios de finales de los setenta que se unieron para siempre, y que siguen viviendo en la isla: el Conejo, Andrés, Miki Cara de Jeva, Tamara, Candito el Rojo, y sobre todo el Flaco Carlos, que ya no es flaco porque arrastra su obesidad en una silla de ruedas a la que le condenó una bala en la guerra de Angola, pero que ahora es el hermano del Conde, adoptado también por su madre, Josefina, auténtica maga de los fogones por encima de todas las precariedades.




La memoria de todos ellos salta en alguna de las novelas de la serie, empezando por el propio estreno, ‘Pasado perfecto’, y sacude la existencia y ánimo de Mario Conde cada dos por tres. En la jefatura hay también grandes fidelidades, al mayor Antonio Rangel y al sargento Manuel Palacios, tan gran conquistador como loco del volante, pero sólo hasta que el Conde, al finalizar la cuarta entrega, ‘Paisaje de otoño’, decide ser leal al mayor y abandonar el cuerpo cuando aquél es depuesto. Eso le sirve también para intentar recuperar el viejo sueño de ser escritor, sueño que alternará con labores de detective privado en las dos últimas novelas, porque ha de comer igualmente.


Un hombre que bautiza a su pez Rufino como homenaje a su abuelo, un hombre que cataloga las pestañas de una mujer como carnívoras, capaces de devorarle entero en uno de sus aleteos, sin duda merece que leamos sus andanzas. Leonardo Padura tiene la mitad de la culpa, pero Mario Conde pone lo suyo con frases lapidarias, como aquella con la que se defiende cuando le llaman ex policía: “…ni policía, ni hijo de puta, ni maricón, ni asesino tienen el privilegio del ex”. Tan contundente como sus páginas, quien se acerque a ellas no se arrepentirá.


‘Pasado perfecto’. 240 págs.

‘Vientos de cuaresma’, 232 págs.

‘Máscaras’, 240 págs.

‘Paisaje de otoño’, 264 págs.

‘Adiós, Hemingway’, 200 págs.

‘La neblina del ayer’, 360 págs.

Autor: Leonardo Padura

Editorial: Tusquets





martes, 13 de julio de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - TIENES UN E-MAIL

TIENES UN E-MAIL

Por desgracia, al otro lado de la línea no suelen estar ni Meg Ryan no Tom Hanks, y el contenido dista mucho de ser amoroso, o siquiera sentimental, me refiero a esos correos electrónicos que todos recibimos de vez en cuando, y cuyo contenido es exclusivamente…, procuraré ser educado al elegir el término: ideológico.


Y dentro de la avalancha, al menos los políticos pueden ser tolerables, sobre todo con la que está cayendo, aunque tengo ya muchas ganas de comprobar si los que ahora envían chuflas y ridiculizaciones hacia los que nos desgobiernan, hacen gala del mismo sentido del humor cuando nos desgobiernen los suyos, y sean sus bandejas de entrada las que se llenen de mofas, espero que en ese momento presuman también tanto de ingenio como de fair-play.


Los que verdaderamente me sacan de quicio, bueno, se acabó la corrección, los que me envenenan la sangre son aquellos que se permiten manipular a modo los datos y episodios de la Guerra Civil. Sí, los de aquella gente que pide que cerremos heridas cuando se habla de la represión franquista pero no duda en poner el grito en el cielo si algún familiar republicano quiere recuperar unos restos. Esa doble moral es la que me provoca náuseas. Imagino que no es tan difícil escuchar testimonios, e incluso abrir un libro (aunque esto igual sí requiere un gran esfuerzo intelectivo) para saber que crímenes y barbaridades hubo en ambos bandos, en ambos, no sólo en el que nos convenga en cada momento, así que no estaría de más, qué sé yo, que además de Paracuellos, muy utilizado como ejemplo de barbarie comunista, recordáramos también la plaza de toros de Badajoz, donde se lidió y estoqueó, tal cual, a numerosos presos republicanos.




Estos cruzados de no sé qué torticera justicia se indignan ante la Ley de la Memoria Histórica, que yo sepa, en ella se habla de las víctimas de la Guerra Civil sin especificar bando alguno, y de las víctimas del franquismo. A nadie, de ningún bando, ni se le exige que busque restos ni se le impide que lo haga, así que no entiendo estos dolores, salvo que se busque reinstaurar lo que muchos años de democracia han logrado aniquilar.


Y para quien piense que sólo piden subvenciones los familiares de republicanos, una vez más la lógica más matemática: en una guerra siempre hay más víctimas del bando perdedor, por si alguna vez se lo habían preguntado. En fin, lo más grande de esta democracia es que todo el mundo podrá seguir diciendo lo que quiera, por eso escribo este artículo, pero por favor, no manipulemos tanto. O tal vez lo que yo tenga que hacer sea filtrar mejor mi lista de contactos electrónicos. Vale.


martes, 6 de julio de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ELOY CEBRIÁN



Con aires borgianos, cortazarianos y hasta reflejos de Poe presenta Eloy Cebrián esta docena de relatos inquietantes, dotados de una atmósfera casi británica, misteriosa, que atrapa al lector desde sus inicios. Cuentos como ‘Las luciérnagas’ o ‘La torre’ son auténticas perlas narrativas, escritas con una delicadeza extrema y un esmero en el lenguaje más que destacable. Volúmenes como éste hacen que el gran público termine de respetar de una vez el género del relato, y ayuda a que el mercado le otorgue el lugar que en justicia le corresponde.


‘Comunión’. Eloy M. Cebrián.

Editorial: Alfaqueque. Murcia, 2009. 188 páginas.


sábado, 26 de junio de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - FRANCISCO GARCÍA PAVÓN


Bacinería


Por primera vez se recopilan todos los relatos, o los casos cortos, del primer detective de la novela policíaca española, Manuel González, alias Plinio, ayudado siempre por el inefable y fiel veterinario motorizado, don Lotario. Esta recopilación hay que agradecérsela a la editorial Rey Lear, que ya antes había devuelto a las librerías algunos casos extintos del policía de Tomelloso, y se le agradece porque nos permite disfrutar de la enorme riqueza literaria de Francisco García Pavón, a quien todo el mundo ha reconocido como pionero de la novela negra hispana, aunque a veces no se le haga toda la justicia crítica que merecería.


Leyendo estos cuentos se aprecian sus innovaciones estilísticas, que convirtieron su prosa en algo particular e identificable, ejemplos de ello son esa “chispa malauvera” del policía, el uso de “pezonear” por amamantar, términos como “amanchegarse o descalzoncillao”, y sobre todo la inclusión y conjugación del verbo “bacinear” en lugar de curiosear o husmear. Rasgos muy propios que rayan en la brillantez, especialmente el último, porque esa bacinería es lo que alimenta las almas de Plinio y don Lotario, llevándolos siempre al desenlace de los casos, conlleven estos un crimen o no.


Esa voluntad de innovación lingüística se combina con la maestría literaria para trascender lo puramente criminal, en estas páginas hay casos sin asesinatos: una gemela ahogada sustituida por la hermana en la cama del cuñado, unas esquelas amenazantes, un roncador que derriba el techo con sus decibelios, y hasta la resolución de un caso de Madrid, que Plinio resuelve desde Tomelloso gracias a su memoria. La narrativa de García Pavón es social, atrevida e incluso adelantada a veces para su época, eso le da un valor añadido aun sin renunciar a la muerte, que también le arranca grandes frases como aquella que le sugiere un difunto que tenía la lengua fuera: “como si la muerte diese asco”. Una lectura más que imprescindible.


‘Plinio. Todos los cuentos’. Francisco García Pavón.

Editorial: Rey Lear. Madrid, 2010. 280 páginas.

("ABABOL", LA VERDAD, 26/6/10)


domingo, 6 de junio de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - BELLE DE JOUR


BELLE DE JOUR

La pudiente Severine, encarnada por Catherine Deneuve, se aburría de su aburguesada vida y se entregaba a ocultos vicios mañaneros en la cinta de Buñuel, y eso mismo parecen haber hecho ahora los responsables de nuestros sindicatos mayoritarios, debe de ser que la actividad sindical les tenía ya muy inmersos en el tedio y han tenido que buscarse alguna salida juguetona.


Lo digo, más que nada, por la tan cacareada huelga de funcionarios que han convocado para el ocho de junio, huelga que, con todos mis respetos, va a seguir el lucero del alba, porque un servidor desde luego no piensa secundarla. Y no es que me conforme con la bajada de sueldo, que tampoco, pero entiendo (en mi supina ignorancia sindical) que las huelgas hay que hacerlas cuando puedan servir para algo concreto, y con el ya famoso decreto aprobado, por más que busco el valor de la protesta, he de decir que me cuesta encontrarlo, salvo el derecho a un pataleo del que el gobierno de Moncloa se va a seguir riendo pero a base de bien.


Además, me repatea los higadillos la actitud servil tanto de Cándido Méndez como de Ignacio Fernández Toxo, máxime cuando pocas fechas después de que hubieran tragado con el decretazo de marras, el gobierno les desviara un fondo de más de cien millones de euros. Eso, en algunas calles de nuestras ciudades, y según a qué horas, tiene un nombre: prostitución, y por lo menos la rubia Severine ofrecía unos encantos considerables cuando la practicaba.


Así que la huelga para ellos, porque encima de que han permitido que nos metan la mano en el bolsillo, ahora pretenden, apelando a mi conciencia de trabajador, que le dé un anticipo de esa cifra al gobierno, y todo para que ellos, los macro sindicatos, limpien su conciencia después de haberse dejado f…, ya saben. No estaría de más buscar otros métodos de protesta, uno, que es profesor, se está pensando muy seriamente no calificar a ninguno de sus alumnos, como respuesta a la bajada salarial, pero lo que no haré será enarbolar banderas con las que, y ya van unas cuantas veces, estos sindicatos se han limpiado ya sus partes poco pudendas.


Y si no, pues asumo mi bajada de sueldo tal y como está el patio, pero eso sí, la asumiré cuando los políticos tengan la decencia (suponiendo que conozcan la palabrita) de cobrar un sueldo acorde con su labor, o sea, mínimo, y cuando tanto sindicalista de pacotilla no se libre de horas para rascarse la barriga, que los hay, y muchos, y que me perdonen los que sí luchan por los trabajadores, aunque cada vez sean menos. Así que menos apelar a las huelgas y más pensar en los que sí trabajan, porque quienes lo hacemos tenemos orgullo y conciencia, además de inteligencia, para saber cuándo nos han tomado el pelo, no nos pidan encima que pongamos también la cama.


Dios libre a los trabajadores españoles que no son funcionarios, que ahora se van a poner con la reforma laboral, a ver qué esquina eligen los sindicatos para menear ese nuevo bolso.


domingo, 23 de mayo de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - DONNA LEON


Un nuevo Maigret

Hace algún tiempo que la novela negra europea anda buscándole un heredero al comisario Maigret, todo cachaza, familia y tranquilidad, y en los últimos años quien acumula más méritos es el italiano Guido Brunetti, por edad, por ser familiar, por su visión social y por el lugar en el que vive y trabaja, porque aunque Venecia no sea una capital trepidante de la vieja Europa, tiene su particular idiosincrasia criminal. La candidatura le debe mucho también a su autora, Donna Leon, que la ha ido reforzando frente a otros solitarios del género, ya formen parte o no de las fuerzas del orden, y además ha sabido plantarles cara, sin estridencias, a las olas detectivescas que han llegado del frío.

Esta última entrega es quizá una de las más calmadas, los delitos se ven venir desde el inicio pero aún tardan algunos capítulos en cometerse, para dejar un margen a un Brunetti maduro, que disfruta de su amistad con Vianello, y que cada vez traga peor las hipocresías del superior de turno. Fuera de lo estrictamente profesional, Donna Leon presenta a un tipo calmado, experto y capaz de hallar el equilibrio familiar, tras unos cuantos años de ciertos bandazos, aceptando los caracteres de su mujer e hijos, de sus más estrechos colaboradores e incluso de la familia política.

El cóctel, obviamente, se completa con las irregularidades sociales de turno, los sobornos en los tribunales, las consabidas puñaladas a los perpetuos turistas de Venecia, los chanchullos inmobiliarios, las mentiras de los funcionarios, las influencias, los prejuicios sexuales. Los males endémicos de estos tiempos, aunque en este caso se lanza a la yugular de los adivinos que juegan con la credulidad y la necesidad de fe de las gentes, y con su indefensión ante las supuestas curaciones milagrosas. No obstante, no siempre pueden resolverse todos los delitos, pero eso no deja un poso amargo si como policía uno se esfuerza siempre al máximo.

‘Cuestión de fe’. Donna Leon.

Seix Barral. Barcelona, 2010. 315 páginas.

ABABOL, "LA VERDAD" (22/5/10)


miércoles, 19 de mayo de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - TODOS A LA CÁRCEL


TODOS A LA CÁRCEL

Berlanga ha sido todo un visionario, y si en esta España no fuéramos como somos deberíamos haberle colocado hace tiempo en La Moncloa o muy cerquita, porque siempre ha sabido anticiparse a las lacras patrias metiendo el dedo bien dentro de sus llagas. Ahí, en sus películas, están todos los meapilas que mueven y menean este patio de Monipodio que es nuestro país.


Si pensara bien lo que acabo de escribir, debería borrarlo o pedir disculpas, porque será un cinco por ciento, más o menos, de la extensión de este artículo, y ahora tendré que adecuar mis esfuerzos a mis nuevos emolumentos. Y es que, en efecto, tengo que pedir perdón, aunque me cueste, porque soy funcionario; perdón por ser un funcionario trabajador que procura destrozar cada día el mítico tópico (vagos y jetas hay en todos los oficios, creo yo); perdón también por haber aprobado unas duras oposiciones con el único esfuerzo de mis neuronas y de las pestañas que me dejé al no dormir; perdón por haber cometido el dislate de aprobarlas después de licenciarme en una universidad; y perdón por tener un suelo asegurado, aunque congelado desde hace unos cuantos años sin haber protestado por ello.


Me siento fatal por todo esto, pero mi contrición no ha hecho más que comenzar, debo pedir perdón por no haber especulado, cuando venían bien dadas, con mi salario y con mi trabajo, como hicieron otros muchos; perdón por no haber dado ningún pelotazo ni haber llenado de billetes alguna bolsa de basura; perdón por trabajar para los demás, para el estado de este santo país, en mi caso tratando de educar y enseñar a los hijos de muchos españoles, algunos de los cuales más de una vez me han restregado en las aulas que sus padres, cuando venían bien dadas, ganaban diez veces más que yo.

La culpa me corroe, me disculpo por no ser consejero de nada, subsecretario, secretario, vicepresidente, secretario general, alcalde, concejal, diputado, y mea, meísima culpa, me disculpo por no ser asesor, ese cargo fantasma de la vida pública que se lleva cuarenta o cincuenta mil euros al año y que nadie sabe nunca qué hace ni quién le ha contratado. Por todo ello me golpeo el pecho un sinnúmero de veces.


Y me lo golpeo también por quejarme, por estar enrabietado ante esta bajada de sueldo que seguramente es consecuencia de otras bajadas de pantalones, y entono lamentos profundos por ser un mal español que no quiere sacrificarse para que su país salga adelante mientras los funcionarios políticos, ahora que vienen mal dadas, siguen cobrando unos dinerales mareantes, cuyas cifras hay que encontrar de milagro porque son un secreto sumarísimo muy bien guardado.


Perdón por desear que desaparezca tanto cargo inútil; perdón por no querer que un diputado siga cobrando su salario parlamentario hasta año y medio después de haber cesado en el escaño (si es que alguna vez sus nalgas lo profanaron); perdón por no tener prebendas de por vida; perdón por no chupar de una teta que cada vez está más reseca. Perdón, repito ya postrándome en el frío suelo, por ser un español que no entiende que las únicas votaciones unánimes que hacen los políticos son aquellas en las que se revisan SUS sueldos, siempre al alza vengan bien dadas o no.


Perdón por levantar la voz y no querer que el resto del país vea a los funcionarios como enemigos públicos, y eso que los otros enemigos son los pensionistas, a los que creo que también les van a dar lo suyo. Perdón por no converger con una Europa a la que no entiendo, y con unos gobiernos, el de ahora y los de antes, y los de mucho antes, a los que tampoco entiendo aunque me hayan hablado en mi idioma.


Por todo ello, pido perdón al país entero. Y si me quedaba el consuelo de endulzarme la jornada con un refresco en la cafetería de mi instituto, ahora tampoco podré hacerlo, porque otro decretazo me lo prohíbe, y eso ya sí que no, podré sufrir en silencio la bajada del cinco por ciento (ahora es cuando en verdad he entendido la famosa rima del numero cinco, ahora), pero no sin mis chuches, mis bollos, mi café cafeinado. Con la que está cayendo, los gerifaltes locales, que se hinchan a comidas oficiales, no tienen nada mejor que hacer que decirnos, a nosotros y a los críos, qué dulces podemos o no podemos tomar. Yo quiero una cárcel como la de Berlanga, porque como esto siga así, me pienso muy seriamente lo de la cadena perpetua.







lunes, 10 de mayo de 2010

TRAMPANTOJOS



Picoteo una comida de aliño en una coqueta cafetería. Una pareja entra y se acomoda en la barra con toda la delicadeza del mundo, no sé cuál de los dos es el enfermo, ambos llevan gorros de lana calados casi hasta las cejas, pero bajo el de ella parece notarse la orfandad del cabello. Comparten dos copas de vino y hablan con toda naturalidad, disfrutan de su momento, de las tapas, del vino, del sábado. Se miran y se rozan las manos con la familiaridad de los años, si toman una tercera copa de vino, o yo una nueva cerveza, el cáncer se irá difuminando. Puede que los verdaderos gestos de amor radiquen en actitudes como éstas, sin luces, sin sueños, sin exagerados flechazos o estridentes fuegos de artificio.

lunes, 26 de abril de 2010

TRAMPANTOJOS


Sentado en el sillón. Tarde de domingo que descarga la primavera. El perro reclama su narcisista ración de caricias y me abstraigo rascándole la cabeza. Vuelvo la vista atrás y entre lo mucho que alguna vez imaginé nunca estuvo la posibilidad de tener animal alguno. Pero la vida siempre viene sin libro de instrucciones. A veces, mientras Amalia está con nuestro hijo en otra habitación, jugando o enseñándole matemáticas, los miro desde la distancia y me sorprendo de tener una familia, como si en vez de formar parte de ella estuviera espiando la vida de otro hombre por una ventana. Me gusta verlos sin que se den cuenta, pero en cuanto asoma el temor de que fuesen la familia de otro me entrego al impulso de acudir a abrazarlos.




martes, 20 de abril de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - 2012


2012

Hala, ya está, ya ha empezado, y sin que se hayan resquebrajado las montañas ni rebelado los océanos, el Apocalipsis se avecina y la culpa la tenemos nosotros, bueno, más concretamente nuestras ansias rijosas, como bien ha señalado el ayatolá iraní Kazem Sedighi, iluminándonos al decir que las causas de los terremotos están en las relaciones sexuales ilícitas, y en el poco decoro que mostramos a la hora de vestirnos. Es decir, que a más tangas, más grados en la escala Richter.


Así se explica el último seísmo de China, motivado por todos los internautas que se han saltado la censura a la torera para entrar en ciertas redes sociales, prohibidísimas por los caudillos de la revolución maoísta, nada menos que para acceder a la página de Sora Aoi, una célebre actriz porno japonesa que lleva el orgasmo ya escrito en el mismo apellido. Ya ven como poquito a poco vamos haciendo sonar las siete trompetas y abriendo los siete sellos…, bueno, esta chiquita con rostro inocente se ha encargado de abrir ya unos cuantos.


Y la epidemia se está extendiendo como la pólvora, en todos los continentes, debe de ser que todo el mundo se estará acordando de aquello de que “…el mundo se va a acabar” y lo que antecedía a la famosa frase. Porque en Estados Unidos han pasado de experimentar con los celos para comprobar que pueden afectar a la percepción visual femenina (y si no que se lo pregunten a Hillary Clinton) a suscribirse a una revista porno para ciegos lanzada en Gran Bretaña, y que mejora los primitivos intentos que realizó Playboy en los años ochenta, incorporando ahora relieves de desnudos y otras poses más, digamos, explícitas.



Nos vamos al garete, menos mal que siempre nos quedará el fútbol, y el bueno de Messi, que él solito vela por al decencia y hasta es capaz de romper matrimonios, como le ha ocurrido al sudafricano Bigboy Cheverevere (juro por los cuatro jinetes apocalípticos que el nombrecito del tipo es real), que montó una bronca monumental al llegar a casa y comprobar que su mujer y sus hijos no le dejaban ver cómo el argentino le marcaba cuatro goles al Arsenal inglés.


Para que luego venga Al Gore y nos intente vender la moto del cambio climático como causa de la destrucción del orbe, ni caso, es el sexo el que está dinamitando el mundo, lo que no tengo claro es si bajo el islandés glaciar Eyjafjalla estaban rodando una película equis o es que se celebró una convención mundial de recién casados, pero esa nube cenicienta ya sabemos todos de dónde ha salido.



domingo, 18 de abril de 2010

TRAMPANTOJOS


Las monedas de uno y dos céntimos son abortos de la numismática, repudiadas por todos y condenadas al abandono en las cajas registradoras y al extravío en los bolsillos o en las grietas de las aceras.





jueves, 8 de abril de 2010

LA LINTERNA MÁGICA - ATERRIZA COMO PUEDAS


ATERRIZA COMO PUEDAS

Eligieron un mal día para dejar de fumar. Bueno, y para dejar de beber, y para dejar de tomar tranquilizantes y de esnifar pegamento. Hablo de las dos ínclitas criaturas que intentaron embarcar el cadáver del nonagenario Willi Jarant en un vuelo comercial de Easy Jet (eso es interpretar bien un nombre comercial y lo demás son cuentos) que las llevara de Liverpool a Berlín. Ni Jim Abrahams ni los hermanos Zucker podrían haber escrito un guión mejor que el protagonizado por esta estrambótica familia.


Y no les faltó ingenio, no, para que luego digan que la gente no tiene iniciativas para superar la crisis, a ver si aprenden los de estoloarreglamosentretodos.org. Después de la neumonía que sufrió el abuelito Willi (hay que tener cuajo para llamar Willi a un tipo de 91 años), ellas esperaron a que mejorara para sacarlo del hospital, menos mal que había mejorado..., y ni cortas ni perezosas lo metieron en un taxi camino del aeropuerto, muy tiesecito, con sus gafas de sol y una palidez de no te menees. Incluso reservaron ayuda adicional para minusválidos en el aeropuerto. Y allí que se plantaron, llevadas por un taxista un tanto “moscatel” y acogidas por un funcionario, un tal Andrew Millea, un poco cortito, porque aunque la cabeza del finado se le cayó encima cuando le sacó del taxi, él ayudó a colocar al anciano en una silla de ruedas y lo llevó al mostrador correspondiente.




Estaba muy frío, declaró luego, coño, claro, y pálido, y tieso, y si el episodio llega a ocurrir en un aeropuerto español, con los retrasos, hubiera terminado atufando la terminal correspondiente. Lo que no entiendo es cómo ninguna de las dos mujeres cayó en la cuenta de ponerle un cigarrito en la boca y un cubata en la otra mano, así lo habrían expulsado rápidamente de la Gran Bretaña, y no tendrían que esperar ahora a la autopsia, que le va a mandar a Berlín hecho rodajitas o dentro de una valija diplomática. No sé dónde vamos a ir a parar, se está perdiendo el respeto por las tradiciones más arraigadas, ¿qué ha sido de la caridad universal de abandonar ancianos en las gasolineras en pleno periodo vacacional?, vamos de cabeza al caos más absoluto.

Ellas juraban y perjuraban que no estaba muerto, que estaba de parranda, pero a los ingleses no es fácil dársela con queso, ni aunque uno quiera ahorrarse las 3000 libras que cuesta repatriar un cadáver. Al menos han tenido imaginación para ahorrarse gastos mayores, y no les ha faltado pudor para decir que tenían testigos que lo habían visto vivo, sí, creo que los veteranos de la Guerra del 14. De todas formas, hay que alabar el ingenio de las dos mujeres, igual si le hubieran embarcado con Iberia, el bueno de Willi habría llegado a Mallorca sin más incidencias. La familia de la duquesa de Alba ya se ha puesto en contacto con las alemanas, por si a Cayetana se le tuerce alguna excursioncita con su Alfonso.


viernes, 2 de abril de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - LORENZO SILVA



El instinto del sabueso


Cuando los personajes literarios cumplen años corren el riesgo de anquilosarse en un síndrome de peter pan narrativo, con lo que terminarían siendo arquetipos planos y vacíos. La mejor solución para evitarlo, y para demostrar que el personaje sigue vivo, es bañarle con la pátina del tiempo, la misma en la que nos sumergimos los lectores. Estos cinco años de ausencia del sargento Bevilacqua, ahora ascendido a brigada, nos han devuelto a un hombre un poco más viejo, más curtido, un poco más cínico y un mucho más desencantado, todos ellos rasgos que le humanizan más, suponiendo que alguna vez hubiera dejado de ser humano, y nos lo acercan hasta volverlo un amigo entrañable.


Lorenzo Silva le vuelve a entregar su voz porque sabe que nadie mejor que Vila para transmitirle al lector algunos males muy endémicos, no ya de España, sino del mundo occidental y globalizado: las mentiras, los sicarios del este, los chanchullos judiciales, y otro muy peligroso y más cercano, la utilización sectaria de las leyes sobre la violencia de género para triunfar en los divorcios. En el fondo de la novela late un homenaje a aquellos padres que sufren las calumnias de sus ex mujeres y que, sin embargo, siguen resistiendo por amor a sus hijos, como el finado Óscar Santacruz.


El panorama narrativo se vuelve duro y desolador, de ahí el cinismo de Vila, los miedos de Chamorro por si su jefe se rinde y las prevenciones de sus superiores, sabedores de la valía del investigador. Pero el instinto del sabueso es mucho más fuerte, y del pozo del desencanto judicial que ha puesto a un condenado en la calle con total impunidad sólo se sale navegando proa arriba, dispuesto a luchar contra la mentira no sólo para encontrar al asesino, sino para limpiar la imagen manchada del muerto.


Vila está menos solo que en otras entregas, tiene la amistad de Chamorro, también ascendida a sargento, la admiración de Arnau, un guardia joven nuevo en el equipo, y la camaradería que empieza a construir con su hijo adolescente. Lo demás, su equipaje de lecturas y recuerdos, le ayudará a vencer el insomnio, y tal vez le haya afilado un tanto la labia, volviéndole más rápido de lengua, aunque no tanto como para olvidarse de reconocer la verdad, o los tintes poéticos de su particular justicia, y tampoco para dejar de reconocer a la gente decente que se mueve en su mundo, como la juez de este caso, que le reconcilia, no con el estamento, pero sí con las personas.


‘La estrategia del agua’. Lorenzo Silva.

Editorial: Destino. Barcelona, 2010. 380 páginas.

(LA VERDAD/ABABOL, 02/04/10)